En la Osteopatía Visceral se tratan las enervaciones entre los músculos y los órganos del cuerpo. Al igual que los músculos tienen su inervación motora y sensitiva, las vísceras, también tienen una inervación que les permite “contraerse” y “relajarse” cumpliendo sus funciones.

Cuando existe un estrés mantenido en el tiempo que afecta a la zona responsable de la inervación de una víscera terminará por afectar a la función de la misma. Dicho estrés puede provenir también de una zona anatómica directamente relacionada con la víscera (adherencias, inflamaciones residuales…) de forma que influirá igualmente sobre su función y deberá ser tratado mediante ls osteopatía visceral.

Osteopatía visceral en Córdoba

El trabajo relativo a la osteopatía visceral es de los más completos que se pueden hacer ya que por anatomía y fisiología debemos trabajar diferentes zonas con el fin de actuar sobre el órgano “diana”, el cual, trataremos seguramente en último lugar. Lo primero que hacemos es liberar todas las vías para en ese órgano “entre” y “salga” todo correctamente (vascular, linfático, nervioso..).

La osteopatía visceral alivia:

Algunas de las patologías que encuentran alivio gracias a la osteopatía visceral y pueden incluso desaparecer son: faringitis de repetición, anginas de repetición, esofagitis, secuelas de pericarditis, secuelas de neumotórax y operaciones de pulmón ó tórax, reflujo gastro-esofágico, hernias de hiato, diástasis abdominales, ptosis viscerales (problemas congestivos generales), digestiones pesadas, colecistitis de repetición, colon irritable, estreñimientos, Enfermedad de Crohn, pielonefritis (no en agudo), síndrome pre- mestrual, post-operatorio de hernias inguinales, apendicitis y vesícula biliar, cesáreas y post- parto.