Es el tratamiento manual por excelencia para los pacientes, lo podríamos definir como operaciones de roce, fricción, amasamiento, golpeteo… efectuadas con el fin de provocar reacciones directas o reflejas de efecto terapéutico como la hiperemia (aumento de flujo sanguíneo y temperatura local) para ¨limpiar¨ un tejido con acumulo de residuos y falta de flujo sanguíneo normal.
En niños proporciona un gran alivio y se puede recurrir a el durante los años de crecimiento para tranquilizarlos. Los beneficios físicos y psicológicos del masaje han sido valorados y reconocidos desde la antigüedad mostrándolo como una terapia muy eficaz en el tratamiento de la fatiga, enfermedades y lesiones.

